Recuerdo que cuando empecé a aprender a tocar guitarra tenía sueños de formar un grupo de música; no tenía muy clara la idea, pero sospechaba que sería una actividad muy divertida. Nos juntábamos varios amigos que no sabíamos tocar, platicábamos, nos divertíamos, pero la verdad no avanzamos mucho de esa forma.
Pasó el tiempo y empecé a estudiar por mi cuenta en una infinidad de revistas amarillentas de Guitarra Fácil que tenían mis papás (antes no había Internet, ¿se acuerdan?) Todavía recuerdo el olor de esas páginas.
Me gustaban mucho los Beatles, y ahí hasta mejoré mi inglés un poco. Mi estrategia era buscar las canciones que fueran más sencillas, las que trajeran menos tonos y que los acordes no estuvieran muy complicados. Conforme fui aprendiendo más canciones, era más fácil aprender otras, pues las pisadas se repetían.
Ya cuando sabía tocar mejor (más o menos en 6 meses) ya me podía juntar con otros amigos que también tocaban, y nos metimos a clases juntos. Ahí aprendí algunas técnicas para tocar canciones instrumentales en la guitarra y seguí ampliando mi repertorio.
De ahí empezaron a darse los frutos; estuve en la Rondalla en la preparatoria, estuve en grupos para fiestas, toqué en tríos, duetos, solo, y recientemente hasta en mariachi.
Ahora no me dedico al 100% a la música, pero me ha traído tanta felicidad… he conocido personas y lugares muy interesantes gracias a ella, pero más que otra cosa me ha permitido hacer felices a muchas personas, y es por eso que ahora estoy empezando a compartir por medio de este curso. Si practicas y sigues estudiando, cuando menos pienses tú también lograrás lo que te propongas.